Desde el páramo más pequeño del mundo, las Baldías, una fábrica de nubes y de agua, puedo divisar mi territorio… tan verde, tan imponente, tan próspero, tan apetecido por las maquinarias productivas de bienes y servicios modernos, que opacan las identidades campesinas… pobre Santa Elena, no queremos llegar allá…
Y si que parte el alma ver una vereda dividida en dos, la parte alta como potencial del agua, y la parte baja como el producto del desarrollo vial, ya casi un barrio más de la Medellín Rural. Y mencionamos que llegó el D1, si. El golpe del libre comercio por encima de la costumbre de comprarnos los enseres, porque “es más barato”. Y la doble calzada, doble túnel, la aceleración de movilidad de Medellín al mar antioqueño. Pero el campo resiste, como los platanales de la Volcana que no se derrumbaron con las explosiones para atravesar montañas, y como la quebrada que lleva el nombre de la vereda que aguantó los miles de desechos tóxicos que dejó tan grata construcción vial.
¿Eso es el desarrollo? ¿Eso es lo que queremos? y que llegue una estación de gasolina, para la pésima movilidad que podemos tener en las vías locales, o podemos pensarnos una vereda más centrada en su potencialidad ambiental y agrícola, porque aún con tanto cemento, sus cultivos son predominantes.
“Laberintos de piedra, historias que se susurran, tiempo que se detiene”
BRIMELDA
Al escuchar las personas, es comprensible que una parte de la comunidad de las veredas cercanas, prefiera ir a otro corregimiento como San Cristóbal o a otros municipios como Ebéjico o San Jerónimo a vender sus productos, o a mercar, o acceder a servicios o hasta divertirse, que ir a la centralidades que hoy tiene nuestro San Sebastián de Palmita, pues aunque tenemos una vía 4G, ir de una vereda a otra acá es más costoso que salir del territorio… y eso que no hemos abordado la dinámica para recibir el “permiso” del túnel, que tiene varios filtros que sólo se aceleran aportando un “granito de arena” a la gestión de los ediles…
Entonces una señora me decía: “yo no sé porque la gente ve todo eso y sigue así, les da como miedo” y sí, parece que están cómodos con que sean otras y otros, los que determinen cómo el bien común, llega a un territorio, pero con sus intereses puestos en el show de su candidatura. Porque uno de los mayores problemas del territorio, es la poca participación y por ende, la repetición de liderazgos que han truncado nuestro real desarrollo.
¿esta fragmentación cómo la podemos solucionar? ¿Qué garantías tenemos como campesinas y campesinos de Medellín para comercializar nuestros productos?
#SoyRural #ColombiaRural #SomosRED #EntreMontañas
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